Viajar a China es una experiencia fascinante, pero la extensión y tremenda distancia entre sus ciudades, lo convierte en un recorrido que conviene realizar con tiempo y mucha preparación. O en varias etapas. Uno de los rincones que sugiero no debéis dejar de visitar es Guilin. La mayoría de vosotros tendréis en vuestra mente esos lienzos con colinas redondeadas y de formas caprichosas que se elevan en el horizonte hasta besar las nubes. Pues no, no son el producto de la fantasía de los artistas orientales y de su serena sensibilidad, sino que constituyen el auténtico paisaje de Guilin. Eso, y el Río Lí, con sus barcazas. Pura montaña y agua. Pura poesía. Tanto que, desde tiempos inmemoriales, se ha convertido en lugar de peregrinación de poetas y pintores, que han plasmado su esencia en multitud de odas y cuadros.
Os presento algunos de los rincones más mágicos que podéis recorrer si viajáis hasta aquí.
Crucero por el río Li: Es el paseo más famoso de Guilin, ya que permite contemplar el paisaje de montañas y aguas que ha convertido la región en La Perla de China. El recorrido habitual parte del puerto de Zhujiang , a 50 kilómetros de Guilin, hasta el poblado de Yangshuo. Son 54 kilómetros de navegación y un trayecto entre 3 y 5 horas, que nos permitirá disfrutar con calma del paisaje, almorzar si lo deseamos en el barco, descubrir la tradicional pesca con cormorán: los pescadores atan un hilo al cuello de este ave y se sirven de él para capturar los peces.
El regreso a Guilin se realiza en autobús en un interesante recorrido que ofrece la posibilidad de observar el modo de vida campesino en sus aldeas, disfrutar de sus impresionantes y verdes arrozales así como de sus poblados pintorescos.
El paisaje evoluciona en su recorrido y con esa riqueza poética que caracteriza las denominaciones chinas, los habitantes han puesto nombre a las diferentes montañas de acuerdo a su silueta o leyendas. A destacar, Dragón Jugando con Agua, Mujer que espera al marido, Un Niño adora a Buda o la Colina de la cabeza del Dragón.
Colina de la Trompa del Elefante: Su forma, si os fijáis, recuerda a la de un elefante bebiendo.Al arco natural que forma la trompa se le llama "Luna en el Arco del Agua" porque su reflejo, en la confluencia de los ríos Li y Taohua, recuerda a la de la luna llena. En la cima hay una bella pagoda y en la falda un templo de la dinastía Tang.La Colina de la Luna: Cerca de Yangshuo, se trata de un pináculo de piedra caliza, con una concavidad en forma de luna en el medio. 800 escalones os permitirán alcanzar la cima. Una buena prueba porque el camino se va volviendo más estrecho, resbaladizo y complicado a medida que se acerca uno a la cumbre, pero las sensacionales vistas compensan el esfuerzo. Si lo programáis en un día soleado, la puesta de sol será inenarrable.
La vida es un largo viaje. Disfrutad de sus rincones.
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