Una callejuela peatonal empedrada donde anticuarios y cafés conviven en perfecta armonía y riguroso orden.
Las aceras se llenan de muebles extravagantes, de sillas imposibles, objetos inexplicables, joyas, vajillas, ropas vintage, juguetes... A la par que restaurantes y cafés expanden sus mesas hipster para invitarte a saborear deliciosos desayunos, almuerzos, helados y el típico té de la tarde, que aún no ha muerto, por mucho que se diga. Y es que los británicos son muy conservadores en sus costumbres, y pude que incorporen bagels u otras delicatessen a sus menús de tartas, pies y scones, pero la tradición se conserva.

Afortunadamente es un lugar poco frecuentado por los turistas donde lo que abundan son los coleccionistas locales y a los que se ha unido toda una nueva generación que visita los modernos y originales locales de restauración, especialmente para tomar el brunch en los afamados "The Breakfast Club", donde se llegan a hacer largas colas, o The Elk in the Woods"
Os invito a disfrutar de la página web del pasaje
donde, organizado por secciones, podréis ver
detenidamente ese pequeño cosmos que se oculta solo con torcer una calle de lo más transitada, por lo que no tendréis problema en llegar hasta aquí.
http://www.camdenpassageislington.co.uk/
Pero lo mejor es pisar con vuestros propios pies los adoquines ancestrales y aspirar los olores entremezclados de los viejos baúles con los aromas de vainilla y té que se escapan por las rendijas de las puertas de madera que no cierran bien, mientras la vista se llena de vitrinas mágicas y sensaciones placenteras.
La vida es un largo viaje. Disfrutad sus pequeños rincones.
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